Llueve,
y de pronto destilan las ganas
de cobijarse en sus brazos,
y acurrucarse en su vientre.
El, perdido y ausente
y ella con la fogata del alma
cediendo, ante la nada.
... Sueña
Y no quiere se fiera,
y no quiere cazar,
no quiere ser vagabunda de sus ansias.
Hoy, no quiere las esposas
ni el traje de cuero,
ser ama o esclava
ni fantasía mundana.
Hoy no, no quiere ser maestra
-Perversa-
Ni la alumna
-Incauta-
Llueve,
de pronto destilan las ganas
de cobijarse en sus brazos
...
El, perdido y ausente.
Ella con la fogata del alma,
cediendo, ante la nada.
Y hoy, hoy no quiere ser la enfermera
-De sus entrañas-
Ni la extraña de la barra.
Hoy no quiere ser niña
ni tampoco malvada.
No quiere tener garras
ni gemir con palmadas.
Hoy llueve
y su fuego se apaga.
Esta noche,
sólo tiene ilusiones de novata,
y entre su torrente de amor
desea caricias y besos de conteo.
Anhela percibir el olor
de su piel en llamas,
que en silencio
la mese
... La arrulla.
Y reclama,
unos besos q ahoguen
... Los sollozos
-De sus errores-
Y unas manos que bordeen las curvas...
-De su cintura-
con ternura y pasión.
con miedos
-De romperla-
Esta noche,
quiere ser princesa,
quiere ser la amada,
quiere vivir la entrega
-De un par de almas-
Esta noche,
sólo quiere ser
-Su mujer-
... Su mujer bonita.
María Teresa Otero.
Pocas palabras evocan infinidad de sensaciones, relatos intensos sin igual semejanza… Marite muchísimas gracias por maravillosa entrada y como siempre obsequiar un poco de ti con la mejor expresión de poesía…
ResponderEliminarMujer Bonita...
gracias amigo !!!! es todo un compromiso cuando se tienen lectores como vos ! un gran abrazo y gracias por la motivación para que siga viviendo y respirando letras...
ResponderEliminarComo siempre, tus palabras me hicieron volar...
ResponderEliminarQue hermosa idea la de querer sentir ese amor bonito, inocente incluso, entre tanto torbellino de pasión e interpretación de roles...
Definitivamente, hay momentos en los que también es bueno bajar un par de niveles la intensidad y amar con lentitud, con suspiros largos y con ternura...
Fantástica lectura amiga mía, sobran las palabras (excepto las tuyas) así que sólo diré:
¡Bravo!