"Tener tus ojos debe ser ilegal y más si cuando miras solo inspiras a pecar"

viernes, 25 de junio de 2010

Cuando no esté.

Cuando no esté,  
quiero volar tan alto
que pueda tocar las estrellas
y bajarle cada una de ellas
a quienes le dieron sentido
a esa vida….

Cuando no esté,
quiero ser melodía
que arrulle los sueños
de quienes quedaron
… En aquel lugar.

Cuando no esté,
quiero sanar las heridas,
ser un ángel guardián
y proteger del dolor
a quienes permanezcan.  

Cuando no esté,
quiero reencontrarme
con quienes ser marcharon
y volver a recorrer sus perfiles
etéreos e inexistentes...  
Pero siempre míos.

Y cuando vuelva estar,
quiero reencontrar los ojos
que nunca dejaré
-De mirar-
En ningún lugar.

Aquellos…
Cincelados en mi alma.

Cuando no esté,
quiero ser las palabras
que liberen el alma de quienes las sientan.
La caricia invisible,
que destrone la soledad,
esta soledad,
-Que mata-  
Y consume.

-Como quisiera,
que no me doliera
esta oración-  

Cuando no esté,
voy a esperarles
eternamente…
Aunque no quieran llegar.  

María Teresa Otero.
25 de junio 2010


(… A un mes que mi hijo cumpla cuatro años.
… Los más hermosos cuatro años de mi vida. ) 

lunes, 21 de junio de 2010

La Caza …


(A petición de mis lector@s)  
... Un breve inicio. 
Gracias. 


Aquellas Ninfas,
objetivos de sátiros lujuriosos.

Bela, de ojos estrepitosos y piel de marfil,
su lacia melena roja alcanzaba infinidades
de lunares  transparentes
al borde de su cintura.

Isa, tan rubia como el sol,
de largas y torneadas piernas que jamás tocaban
la tierra , la tierra a la que le servían.
sus pestañas parecían con vida...    
   
Séquito de Artemisa, la cazadora…
Intensas amantes silenciosas y estrepitosas,
soñadoras y jóvenes…  

Deseosas,
de la carne y el jadeo,
de las risas y el sudor,
del vino añejo…
Del hombre, de aquel hombre
sin nombre.

Lo perseguían desde hace meses,
lo vigilaban,
lo apresuraban,
pero jamás lo asustaban…

¿Quién era ese?
Que arrancaba y helaba la sangre
de sus venas inexistentes,
adictas de su olor.

No importó,
cuando en aquella vereda
danzaban desnudas
y sus melenas se volvían medusas,
se amaban.

El viajero, casi no podía distinguir
las manos de aquel espejismo,
se acariciaban, se lamían,
se encontraban y se hurgaban.

Como si no advirtieran su presencia,
Pero lo miraban, él sabía que lo miraban,
mientras se recorrían, se devoraban,
se exploraban…

Caderas al viento,
cuellos de cisnes expuestos,
transparentes o quizas verdes no lograba distiguir,
parecian pescados, o sirenas, sirenas sin colas
…. Parecían... Parecían pecadoras.

El hombre, sabía que aquello era una trampa…
Una trampa mortal
… ¿O tal vez inmortal?
Una trampa que ya no podia evitar…

El era un cazador,
se sintió prensa,
indefenso,
de aquellas perturbantes respiraciones,
en el borde de sus orejas,
aunque no lograba establecer
cuántos metros le distanciaban…

Viajero de la vida,
¿Qué podría perder?…
Entre aquellas fantasmas, que se reían,
en cada paso.
en cada miseria,
de su lento transitar…

Se rindió,
cerró los ojos
y alzó los brazos.
Dejó caer la pesada mochila,
su hora había llegado e iría al infierno ¿O al cielo?
Con una breve sonrisa…
O una atronadora carcajada.
-Era su día de suerte-  

Aquel Trío,
fantasía de cualquier hombre,
pero esta no era su fantasía,
era la de aquellas endemoniadas Ninfas
de grandes pechos,
y rostros angelicales…

A  jirones arrebataron sus prendas
¿Serían?...¿Qué serían? 

Se dejaba llevar entre ráfagas de furia
y placer,
ardía entre pieles y muslos, 
y manos y brazos y senos y torsos y espaldas y lenguas... Y   
lo usaban… El viajero…
Se dejaba usar.

Tiró de las melenas 
de aquellos seres fluorescentes, 
inclinadas antes sus rodillas
las dejó hacer...
-Mientras moría-

Cazadoras, se han equivocado de presa (susurró) 
Han atrapado un mortal
-No me liberen….-

***
…. Y mi mente,
Y la tuya…
Comenzaron a volar.

María Teresa Otero. 
10:20pm