"Tener tus ojos debe ser ilegal y más si cuando miras solo inspiras a pecar"

sábado, 4 de septiembre de 2010

*Su Café*



El caos invadió la noche,
acribillados a gritos morían, 
tontos amantes en derroche  
se perdieron…

Semi vestida,
semi desnuda,
enmarañada
resoplaba ….

Semi vestido,
semi desnudo,
enmarañado - trasnochado
Roncaba…

Y un alba que no perdona
-Peleas nocturnas
o  llantos furtivos-
Le estremeció las pupilas…

-Gruñó-

Se despegó de la cama,  
lo vió  (Así ve quien mata)
-Lo odió - (A veces lo odiaba)
Y arrastrandose lavó sus dientes.

*** Minutos después…
A tientas tomó un colador.

Uhm…El aroma del café,
(Inhaló… Exhaló)
Se elevó,
se transportó,
se exorcizó…

Cerró sus ojos al primer sorbo,
inclinó su cabeza hacia atrás
(Intentando pasar el desamor en resaca)
Y suspiró… Uhm suspiró.

Unas manos tomaron sus senos,
una boca sorbió su cuello,
un temblor quebró su taza,
...Palabras se ahogaron.

Y aquella pequeña prenda de satén,
salpicada de café
enrrolló sus muñecas…

***Ronroneó

Ninguno abrió los ojos…
Se sabían de memoria,
se batieron, se colaron
se gritaron, se pegaron
-Lo amó - (A veces lo amaba)

Gemidos y jadeos rompían el día,
y entre vajillas ruborizadas,
y aroma de café
-En las entrañas –
Comenzó un nuevo día…
                             Uno más.

Desnuda y desparramada
en el pequeño taburete,
rosando un tazón de cereal,
sonríe perversa e imagina el momento
en el que volverá a colar…
                          -Su propio café-

María Teresa Otero
04 de septiembre 2010
09:37pm. 

sábado, 7 de agosto de 2010

*Sonata*



Sonata, 
en la planta de tus pies, 
en la planta de los míos.
-Un tango-
Giramos,
mirándonos a los ojos, 
tu buscando mi espalda, 
yo huyendo de ti.
Nuestro eje, 
-Deseo-  

Sonata, 
en tus pantorrillas,
en las mías.
-Paso doble- 
a los laterales 
avanzamos. 
Tu buscando mi cuello, 
yo huyendo de ti, 
sin ejes, 
... Con deseos.
Nuestro carrusel. 

Sonata,
en tus caderas,
en las mías.
-Tambores-
Me has atrapado 
-Con un cinturón-
tu buscas mis ganas,
yo intento soportarlo.
-Sin rendirme-

Sonata, 
en tu cintura.
en la mía.
-Danza árabe-
vientres con vida propia.
Ropas estorbando, 
manos empujando
-Hacia atrás-
Forcejeo de media noche,
suéltame y tómame,
escúchame
sin escuchar. 
Y quiero más, sin rendirme,
rindiéndome.
-Deseos-

Sonata,
en tus manos,
en las mías.
-Flamenco-
Giro de muñecas,
castañuelas en los dedos. 
Sonando,
mordiendo, 
hurgando, 
en un baile sensual.
Muslos, caderas, cinturas,
torso, espalda, hombros, 
senos, cuello...
Cabellos apretados 
a tu palma, a la mía,
dedos...
-Deseos-
Ven a mi.
Voy a ti  

Sonata,
en tus labios,
en los míos.
-Una nueva- 
Signos y símbolos
de un par.
Piano desmedido,
guitarras de lenguas,
orquesta al unísono, 
jadeos instrumentales.

Y piernas...
Torres gemelas,
empapadas.
encendidas, desbordada, 
sinestesia.
Carrusel del amor.

Madrugada que llega. 
lugar público... Condena.
Razón que hace eco.
En la mía... 
Y la tuya 
-Desvanecida y ausente-
acoplándose
a mi ritmo mal nacido
de parar... 

Resistencia.
Es hora de partir.
4 AM... Mágico número,
Vendido como verdugo, 
al tiempo. 
Judas de amantes. 

Sonata,
dices que me amas.
digo que te amo.
temblamos,
y el deseo se condensa, 
para otra oportunidad. 

Sinfonía que acaba.
-En abrazos- 
Orgasmos postergados

...Vas
...Voy

Y ya en la cama... 
Soñando,
maldigo al dj 
...Que prendió la luz 
Acabó con la fiesta. 

Bailando sin música, 
al compás de mis ansias, 
.............. Tómame. Murmuro. 

Pies, pantorrillas, caderas, cinturas, manos y labios...
Esperando el debut...
_______________De tu orquesta.
_______________De la mía. 
... No bajes el telón 
... Viene otra función
... ¿Viene? 


María Teresa Otero 

lunes, 2 de agosto de 2010

Guaracha & Guaguancó



Espera sentada 
… a medias
barras y bancos
-olor añejo-
madera que cruje
[ron seco]
y bate la melena…

Calor… Cueros y metales,
la clave encendida.
Esencia de habano
… Salsa Sensual.
Sudor.

Va por ti,
y retumban sus caderas,
en sus pasos el son,
en sus muslos las panderetas,
sus pechos son guaracha y guaguancó
invitándote un baile…

Y con su piel de marfil
convertida en mulata,
4 tiempos por compás
y en sus manos de timbal
unas garras que te atrapan.

Es un tambor de fricción,
una zambomba de fuego
y en sus ojos grises una afrocubana
exprimiéndote el deseo.

… Y baila la pelirroja
Exorcizándose el pasado.

Corre el Caribe sudoroso
entre las costas de sus piernas
y asoleados los tacones que marcan el son
se deslizan por tus piernas.
Patrones de ritmo,
jadeos en tus oídos…

Te invita a otra pieza…

Y con aroma de mar
y una brisa silvestre
… Despiertas
Resaca
sol, aroma que asfixia
... Pecas
desparramadas en tu cama…

Uhm caballero…

… Baila la pelirroja
El mambo,
la salsa y la rumba
... Extenuado esperas la próxima pieza


Son unos tantos de los verdes…


... Y podría convertirse en Rusa,
en musa,
en misa. 



María Teresa Otero 

lunes, 19 de julio de 2010

La verdadera historia.

Le arrancó una a una
-Sus plumas-
 Deshojó sus alas
cual margarita marchita,
quizás con un tanto de remordimiento,
pero sin detenerse.

La escuchaba gritar
detrás de sus pasos
y continuó, continuó, continuó
…Jamás se detuvo
Hasta dejarla en la miseria.

Y ahora…
¿Quién era ella?
Tan sólo un ángel caido,
llanto y dolor.

Escuchaba latir su corazón
y parecía irreal
¿Qué vida tendría?
¿Quién sería ella?
Sin poder volar,
sin poder amar,
sin poder soñar.

Tan majestuosa y acabada,
tan maravillosa y degollada,
un ser alado sin alas
…. Una mortal.  

Y el tiempo transcurrió,
en un mundo pérdido,
en un mundo ausente,
en un tiempo sin minutos ni glorias.

…El tictac se detuvo

En la oscuridad
se revolcaba a gritos,
el dolor la consumía,
la mente perturbada solo imploraba piedad
a su Dios, el gran Dios
quien la arrulló en sueños…
y al ser hermosa e inocente a sus ojos
… La salvó de la muerte.

Sobrevivió
y dejó de ser ángel
para convertirse en mujer,
una mujer con historia,
con un pasado borroso
y aún asi,
tan claro y perturbable
como el de cualquier mortal.

Comenzó a transitar el camino
-El de hombres y mujeres-
… Que desconocía,
pero que se sabía de memoria.

Y cuando aprendía a respirar
-Dioxido de carbono-  
apareció aquel hombre
tan mortal como ella
 -Inocente-

Irradiando sueños
-A quién no sabía soñar-
Y vuelos
- A quien no podría volar-

***

Y comenzó su historia,
su verdadera historia.
El noble, con agujas e hilos coció las heridas
-De sus alas-
Pero ella jamás las pudo desplegar.

Era su cielo sin nubes,
su oxigeno sin aire,
su paraíso terrenal,
sus ganas, su tregua, su misericordia.  

El noble  le entregó su vida,
y ella le entregó sus miedos.

El dejó de volar
para verla de cerquita,
y ella dejó de intertarlo
pues sus alas le dolían.

El noble  -Cansado y derrotado-
Partió.

No sabía vivir sin volar
aunque alas no tenía
y ella pérdida entre el pasado
sintió que moría.

No se dejaría vencer,
si aquel la amaba
y por él vivía.  

Consumida de dolor
delgada, perdida y ausente
arrebatada, abrió sus alas
-Inmensas y azules-

¿Siempre pudo volar?
Se desgarraba su corazón

Una vez, el dolor la entregó a la miseria
y esta vez, el dolor la salvaría.
¿Lo haría?

... Dependía de aquel... 

Lo buscó debajo de las piedras,
lo buscó debajo del mar,
quería mostrarle de qué era capaz,
podía ser una mujer
-Alada-

Siempre pudo

Y lloró... 
Por cobarde lloró 
y luchó, luchó, luchó 
ella lamería sus heridas 
la que ella misma causó 
y lloró, por cobarde lloró. 

Y el noble,
su caballero sin armadura
sumido en dolor, tristezas y ausencias  
regresó a su lecho,
regresó a su hogar,
colmado de miedos e incertidumbres
-Vacío-
quizás ya no la creía capaz.  
... De que realmente pudiera volar 

Pero la amaba 

Y alli comienza la historia…
La verdadera historia

***

Que no termina jamás.  

... Ella Se prometió que nunca más temería
                                                     al arte de amar…

Aún no se si vuela, 
pero cada día al despertar 
me cuentan que al llevarle el café 
lo acaricia con sus plumas
y lo invita a soñar. 

María Teresa Otero